Seúl es encandilante, fascinante, atrapante. De eso no hay dudas. Pero luego de una semana, necesitaba otra cosa. El cuerpo me pedía a gritos “naturaleza”, y el espíritu viajero conocer lo que hay más allá de la frontera entre el turismo y el viaje. Había que lanzarse al interior de Corea del Sur.

La pregunta era ¿dónde? Cuando abríamos el mapa todos los nombres nos resultaban tan iguales como inentendibles. Le dimos mil vueltas al asunto, dibujamos tantas rutas que perdí la cuenta. Al final, nos convencimos de que nuestra primer parada debía ser Jeonju.

Toda la comodidad de la tecnología y la planificación de Seúl queda atrás cuando llegás al primer pueblo. Perdón, ciudad. En Corea, hasta el nombre más chiquito del mapa es una ciudad con todas las letras. Pero a diferencia de la capital, el interior va a ser un viaje sin extranjeros, sin inglés, sin información turística. Pero por otro lado va a ser un viaje con sitios que te dejan con la boca abierta, con coreanos curiosos, con mapas escritos en hangul y muchas anécdotas.

jeonju corea del sur

Como decía, Jeonju fue la primera parada, y si bien es conocida por su Hanok Folk Village, nosotros íbamos emocionados por hacer un trekking por el Parque Provincial Maisan.

Repito, todo el interior va a estar signado por el turismo interno, y los coreanos disfrutan de cosas que para nosotros no fueron tan gran cosa. La Hanok Folk Village es un barrio de casas tradicionales coreanas pero que están totalmente reconstruidas porque el barrio “real” lo destruyeron los japoneses en una de las tantas invasiones a la península. O sea, no hay ni una casa de la época, y además, de tradicional no tiene tanto porque la gran mayoría de las construcciones son restaurantes, cafés y tiendas de recuerdo. Está claro que no me encantó pero de allí me llevé unas cuantas buenas enseñanzas.

1. Las casas coreanas son de madera y papel. Sí, papel!

2. Así como las civilizaciones americanas fueron grandes constructoras de piedra, los asiáticos fueron genios en la madera. Sus cimientos no están pegados con ningún tipo de producto. Nada de eso, aquí todo va perfectamente calado y encastrado.

3. El espacio al aire libre (el patio) es considerado como un ambiente más de la casa.

4. Ese patio es de arenilla, por que el ruido de los pasos anuncia la llegada de visitantes (o enemigos) al dueño de casa.

5. Las casas coreanas están elevadas. El piso queda a la altura de lo que sería una silla y por fuera de las habitaciones corre una especie de pasillo o galería para que uno pueda sentarse y habitar el lugar sin necesidad de sacarse los zapatos (para entrar a las casas en Corea, hay que sacarse los zapatos!).

6. Un poco de historia. Al ser de papel y madera, en la antigüedad, los barrios coreanos sufrían numerosos incendios y como una casa esta muy cerca de la otra, cuando prendía una se hacía un efecto dominó que destruía barrios enteros. Como solución a este problema, un rey obligó a todas las casas a tener una fuente con agua al lado de cada habitación para auxiliar el fuego incipiente y prevenir que la cosa se vuelva grave. Esa fuente debía ser de piedra, para que nadie la pueda mover.

7. El Ondul. Es un sistema de calefacción coreano, altamente innovador para la época, tanto que se sigue utilizando hasta estos días. ¿Les conté que las casas están elevadas? Bueno, por abajo del piso pasa una serie de conductos de aire parecidos a un laberinto. Hay una entrada donde se prende una fogata, y una salida donde se escapa el humo. Por todo el trayecto debajo de la casa circula el aire caliente. El tatarabuelo de la loza radiante.

 

Los misterios del Parque Provincial Maisan

Sacando estas enseñanzas y que fuimos al restaurante que inventó el Bibimbap (el plato más popular de Corea) la ciudad de Jeonju no dejó mucho más. Pero como les dije, yo había venido a conocer el Parque Provincial Maisan y sus historias de misterio.

bibimbap

El famoso Bibimbap

Nos levantamos temprano y subimos a un bus que nos llevó a través de montañas y pequeñas aldeas agricultoras. El paisaje cambió tan rotundamente como el brillo en mis ojos. Quería ver la Corea rural. Las montañas perfectamente verdes, los ríos serpenteantes y las terrazas de arroz me llevaron a esa imagen que tanto había imaginado.

Parque nacional MaisanA las montañas del Maisan se las llama Orejas de Caballo porque claramente se asemejan a ello. En realidad no son dos, sino una que se partió por causas geológicas de hace miles de millones de años. Pero como estamos en Asia, siempre hay un mito que explica el origen de la naturaleza.

Resulta que, supuestamente, en algún momento, los dioses descendieron a la Tierra. Entiendo que les gustó el paseo porque se quedaron a vivir por un tiempo, e incluso tuvieron un hijo. Pero cuando ellos quisieron volver al cielo, una mujer de la aldea los vió, los atrapó y los ató al suelo. Entonces ellos se volvieron de piedra, quedando para la eternidad como las montañas del Maisan.

El paisaje es abrumadoramente hermoso, pero una vez allí me di cuenta que la naturaleza es tan sólo una excusa. El Parque Provincial Maisan es, por llamarlo de alguna manera, un “trekking cultural”.

La idea es llegar al templo Tapsa, en la cima de la montaña con una historia muy peculiar.

Se dice que este lugar tiene una energía especial. Muchos aseguran que es la misma que hizo separar las rocas y formar los dos peñones, que los coreanos se jactan de ser únicos en el mundo. La historia asegura que motivado por esa energía, un monje budista llamado Yi Gap Yon, recorrió el terreno con el fin encontrar el lugar adecuado para meditar en busca de la iluminación. Lo encontró a los pies de la enorme pared de uno de los peñones que conforman la falla geológica.

Parque Nacional Maisan

Allí decidió fundar un templo, en el mismo lugar donde nace una vertiente de agua fresca. Hoy, cientos de peregrinos llegan hasta allí para beber el agua que según dicen, tiene poderes sanadores. Pero hay más. En todos los niveles del templo (está construido sobre la montaña, por ello tiene niveles), vimos pequeños cuencos de metal con agua. La leyenda dice que si dejas un cuenco con agua durante el invierno, por causas desconocidas y sobrenaturales, crece una estalactita hacia el cielo. Creer o reventar, el cuento no parece tan fantástico porque de hecho hay fotografías que lo comprueban.

Todo el sitio tiene una belleza que te deja boquiabierto. Otra curiosidad es que alrededor de los recintos hay más de 80 pagodas de piedra que Yi Gap Yon fue construyendo a lo largo de su vida. En realidad, dicen que había más de 120 pagodas pero que muchas fueron destruidas en las invasiones japonesas.

Más arriba se encuentra el Templo Eunsusa, con tanta paz y silencio que muchos reyes solían visitarlo para descansar del trabajo diario. Desde allí nos dijeron que podíamos subir hasta el pico de uno de los peñones ¿Y qué creen que hicimos?

El Parque provincial Maisan, no es uno de los destinos imperdibles que aparecen en las guías de viaje, pero por su belleza natural, sus historias culturales y sus misterios sin resolver, fue uno de los lugares que más disfruté.

Y ese era sólo el primer paso por un viaje increíble por el interior de Corea del Sur.

Datos útiles para potenciales viajeros

¿Cómo llegar?

Hay buses y trenes desde Seúl. Les recomiendo el bus porque es bastante más económico y el viaje no es tan largo (aproximadamente 3 horas).

Más info: Terminal Central de Seúl

Al Parque Provincial Maisan se va en bus, desde una parada enfrente de la estación de trenes de Jeonju. Hay que tomar un minibus naranja (parece raro, pero es real y funciona) que sale 3600 wones y los deja en la puerta del parque.

¿Qué hacer?

La parada obligada es hacer una recorrida por la Aldea Tradicional de Jeonju, pero ya saben mi opinion. Ahí mismo hay varios templos y santuarios que visitar como el Donggosa, que es el más importante.

Recomiendo guardarse un día para ir al Parque Provincial Maisan. La entrada al parque es gratuita.

Alojamiento y Gastronomía:

Hay alojamientos para todos los gustos, desde Guesthouses en Hanoks dentro de la Aldea Tradicional, hasta hostels baratos y hoteles alojamientos.

Les dejo este link de booking con los alojamientos en Jeonju seleccionados.

No dejen de probar el Bibimbap en cualquiera de sus versiones. El típico de Jeonju viene con carne que la pueden pedir cruda (al estilo local) o cocida, para los que no nos animamos.

Consejos útiles:

En verano hace mucho calor, lleven agua para atravesar el trekking!

 

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